martes, 21 de enero de 2014

Amándonos sin amor.

Yo no tengo mayor conciencia, o quizás algo más que tú; pero mira, me encantas.
Eres esa ironía entre lo que me hace feliz y no puedo tener. Entre lo imperfecto y lo que tanto me atrae.

Tu cabello no es el más sedoso, pero me gusta acariciarlo. Tu manera, niña, de enamorarme siendo tan distraída. Tu manera, tan fantástica, de sorprenderme con lo que sabes; ya lo ves, te admiro.

Yo no soy el mejor prospecto de novio que puedas anhelar; pero mujer, soy tu mejor pretendiente.
Lo se, el amor no va contigo. ¡Que va! Conmigo tampoco. El amor es así, un juego para perder.

Te espero, te observo. Mi corazón late diferente cuando te acercas, mis ojos captan tus sutil sonrisa aun de lejos, mi respiración cambia al tenerte cerca; pero tan tonto yo, tú no sientes igual.

Ya lo hice todo. Te lo dije, me rendí. Y mira tú, empezaste a quererme más.
No quiero nada, lo quiero todo. Me alejo, me alejas, me buscas, ya no se que quieres ¿Me quieres?.

Me haces feliz, es verdad. Tu compañía, cuando es compañía, me quita el conocimiento y esa euforia acaba con lo demás. Quizás por eso te dije que no tengo conciencia; ¿Quién lo diría? me la quitas tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario