martes, 29 de octubre de 2013

El masoquista

¡Mírame! Otra vez escribiendo para ti. 
Aún sabiendo que no te conmueve nada. 
Aún sabiendo que lo lees todo
y no te enamora nada de mi.

¡Escúchame! Otra vez hablando idioteces.
Otra vez mirando con ternura.
Otra vez sonriendo por ti.
Otra decepción como tantas veces.

¡Piensa mujer! ¿Acaso con otros te sientes igual?
Si es así me aparto,
si eres generalmente feliz ¡Me voy!
Pero no digas que no sueles gozar.

¡Te odio! Te odio por no quererme.
Por no quererme como yo quisiera.
Por enamorarme con tus defectos.
Por ignorarme hasta enloquecerme.

¡Me gustas! Me encantas verte sonreír.
Me encantan tus sarcasmos, 
aquellos insultos personalizados.
Me encanta tu manera de vivir.

¡Pero ya no! Ya no quiero seguir en esto,
ya agoté mi última acción.
¿Para que volver a insistir?
Para ti es tan molesto.

¡Niégalo mujer! Niega mi cariño.
Es mejor que tu despiadada franqueza.
Es mejor esconderse.
¿Será acaso buen refugio el vino?

¡Vete a beber tú! Tú que sonríes con cada vuelta.
Tú que me alegras y luego me alejas.
Tú, tan expresiva.
Cambia tu máscara. Esa sonrisa no es honesta.

sábado, 19 de octubre de 2013

Su mentira


Daba igual ya, ella yacía muerta. Nadie lo miraba, pero se sentía tan inseguro.
¿Qué podía hacer? ¡Nada! ¿Y ahora qué?
Su amor, su gran amor; quien quizás fue la que más soportó sus agresiones psicológicas.
Él no tuvo un ataque de celos, ni fue la rabia la que consumió este acto. Él cometió el mismo error que ella... Se guardó su dolor.
Pasó el tiempo y todo fue aceptado. Cada condición, cada escape, cada sacrificio mutuo, cada tarde juntos. No hubo quien EN REALIDAD lo detuviera.
Ambos estuvieron a la merced de gente que nunca entendió sus almas... pero ya no más.
Aquella noche se miraron, se dijeron lo poco y mucho a la vez que no se habían contado. Ella le pidió lo que necesitaba, él la consintió.
¿Podía ser más patético? Él prefirió estrangularla y, ahí casi inconsciente, apuñalarla hasta morir. Él la amaba, la amaba como a nadie en su oscuro mundo; pero no dejaba de alejarla, alejarla para siempre de su lado.
Él la amaba, pero no podía parar. Él la amaba, pero quería hacerla feliz y su amor fue más grande que su egoísmo.

Aquella noche ella se fue. Él no lloró. No se sintió vacío. Solo la miró.

The True Love




Él, vivía con un sueño en su cabeza; ella, solía vivir sus sueños cada día.
Él, tenía una obsesión llena de sangre; ella, tenía su venganza planeada.
Él, solía sacar su alma oscura y dejaba al descubierto su mirada; ella, tenía los más dulces ojos mas su maldad la declaraba con su boca.
Él, se cansó un día de no tener lo que deseaba; ella, se sintió fastidiada por tenerlo todo.
Él, buscó una solución; ella, recordó que su sonrisa lo arreglaba todo.
Él, intentó revivir ese amor abandonado; ella, lo amó hasta donde pudo.
Él, tenía otra voz en su cabeza; ella, también.
Él, decidió combatirla; ella, la escondió.
Él, terminó débil; ella, endureció su corazón y lo disfrazó de ternura.
Él, entendió que juntos no habría felicidad; ella, encontró la felicidad en las mariposas...

Él, escogió un camino errado, sin regreso; ella, lo siguió.

Todo es risas macabras, disfrutando de la imagen sangrienta. Seguidas de comentarios repletos de sadismo.
Pero no recuerdan nada de eso cuando lo viven en la paz de su hogar.
Puedes contar la película, pero el miedo no te dejará contar lo que en realidad sucedió.

Un cuchillo puede crear una profunda herida, pero una simple tela puede ocultar lo que tanto dolió.
A la final, lo que duele más es el corazón, aún sin haber sido tocado.
Hay miedos que suenan infantiles; miedos que al contarlos suenan tan absurdos, sin sentido. A veces buscamos ayuda pero nuestros miedos son minimizados.
Conocemos el peligro inminente que nos amenaza y llega un punto en que no queda más que llenarnos de valor, no solo para huir sino para contraatacar.

La pregunta es ¿Al final, logramos huir del miedo o nos convertirnos en aquello que tanto nos aterrorizó?

Estamos locos, es verdad. Pero ¿Quién no lo está?
¿Puede alguien ser cuerdo? ¿Qué es ser "normal"?
Apuesto que nadie aguantaría el desborde de sus pasiones, podrán disimularlo, pero eso solo hará que explote más.
Creo que es fácil mirarnos y reconocernos. Tal vez no nos queremos, pero respetamos la locura del otro.
Quiero verlos como son, sin miradas fingidas, sin máscaras... Quiero ver sus ojos psicópatas y su honesta aberración.
Quiero que no finjan, sonrían... Todos estamos locos aquí.
Una mirada así, hacia un solo punto, sin importancia por nada. Una mirada que sin buscar atención opaca los labios y la piel. Una mirada es suficiente. Pero ¿Sabrás acaso lo que siento con solo mirarme? ¿O solo supones tus prejuicios sobre mi?
Esa mirada triste que refleja odio pero realmente está vacía.
Recién empieza Octubre, pero ese fue mi disfraz el mes anterior... Una máscara de risa y una mirada sin valor.